Holiday chaos

Cómo sobrevivir al caos de las fiestas: consejos para pasar un tiempo alegre y sin estrés

¡Ya está aquí! Una vez más, ha llegado la “mejor época del año” para experimentar alegría, asombro, gratitud, unión y, para muchas personas, una enorme cantidad de estrés navideño. Si eres propenso al estrés y a algún tipo de ansiedad general en circunstancias normales, las fiestas pueden ser particularmente intensas. Para algunas personas, las obligaciones financieras y la compra de regalos pueden ser la fuente de dicho estrés. Para otras, pueden ser desencadenadas por fiestas navideñas, tiendas abarrotadas, viajes y otras obligaciones sociales; especialmente si uno debe tratar con familiares difíciles o sufre de ansiedad social.

Por otra parte, la ausencia de la familia o la falta de conexiones sociales suele acentuarse durante las fiestas, lo que provoca sentimientos de soledad y aislamiento. Hay algo en el ajetreo constante de la temporada navideña que puede hacer que incluso la persona más relajada se sienta agotada y estresada.

Independientemente de la fuente, el estrés de las vacaciones, como cualquier otro tipo de estrés, puede afectar a su bienestar físico y mental. Mentalmente hablando, cuando está estresado, puede experimentar ansiedad, inquietud, irritabilidad, ira, tristeza y depresión todos los días. Los efectos físicos también pueden ser graves. Por ejemplo, el estrés puede provocar un aumento en la liberación de epinefrina y cortisol, también conocidas como las hormonas del estrés. En situaciones de estrés extremo, demasiada epinefrina puede aumentar el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares; demasiado cortisol puede aumentar los niveles de azúcar en sangre, suprimir el sistema inmunológico y contraer los vasos sanguíneos. Aunque cada persona experimenta el estrés de diferentes maneras, los síntomas físicos comunes del estrés suelen incluir tensión en los músculos, opresión en el pecho, dolores de cabeza, fatiga, insomnio, náuseas y mareos.

¿Qué hacemos entonces? Aquí te presentamos nuestro kit de supervivencia para las fiestas con algunas formas prácticas de controlar el caos de las fiestas y volver a disfrutar de ellas.

  1. No te sobrecargues de tareas
    La temporada de fiestas es una época de momentos alegres y otras reuniones sociales. Recuerda que no tienes que hacerlo todo tú solo. Concentra la mayor parte de tu energía y tiempo en actividades que te resulten divertidas. Prioriza los momentos que más importan, como una velada tranquila decorando con tus seres queridos o un paseo espontáneo para admirar las luces. Tu felicidad es un factor importante a tener en cuenta a la hora de planificar cómo pasas tu tiempo.
  2. Aceptar la imperfección
    El perfeccionismo es otra trampa que puede minar el espíritu navideño. Las imágenes perfectas que vemos en las películas y en las redes sociales establecen un estándar imposible. En lugar de esforzarte por lograr la perfección, acepta la imperfección como parte del encanto. Tal vez las galletas se quemen o el papel de regalo no combine, pero esas pequeñas peculiaridades suelen crear los recuerdos más entrañables. Cambia tu enfoque de alcanzar un ideal a simplemente estar presente.
  3. Gestionar la entrega de regalos
    Para muchos, las fiestas son una época de hacer regalos. Esto puede ser muy divertido, pero también puede ser estresante desde el punto de vista financiero. Haga todo lo posible por establecer un presupuesto y no excederse de los límites de gasto que haya establecido. Incluso un pequeño obsequio le permite a la gente saber que los aprecia. La consideración es más importante que la extravagancia. Considere hacer regalos en lugar de comprar. Los obsequios y las golosinas caseras bien pensados suelen ser apreciados. Y el proceso de prepararlos puede convertirse en una divertida tradición navideña para usted.
  4. No pierdas de vista lo que realmente importa
    Si bien puede ser agradable ver a la familia durante las vacaciones, algunas personas encuentran que pasar tiempo con la familia extendida es estresante. Acepta que no todas las reuniones familiares serán perfectas. Concéntrate en disfrutar de los momentos positivos en lugar de obsesionarte con los conflictos. Haz lo que sea necesario para cuidarte. Si es necesario, tómate un descanso de la reunión. Sal a caminar, llama a alguien con quien disfrutes hablar, tómate un tiempo a solas si lo necesitas.
  5. Tómate tiempo para ti y sé consciente de tu salud mental.
    Considere darse el lujo de tener tiempo libre durante las fiestas, ya sea leyendo, meditando o disfrutando de una taza de té. Por ejemplo, reserve 30 minutos para usted por las noches o incorpore ejercicios suaves como el yoga, o incluso una caminata rápida para aliviar la tensión. Por ejemplo, dé un paseo después de la cena para disfrutar de las luces navideñas de su vecindario. Por otro lado, haga todo lo posible por mantener opciones de alimentación saludable. La moderación es clave, especialmente con las golosinas navideñas y el alcohol. Muchos de nosotros sucumbimos a la presión de comer o beber en exceso durante las fiestas. Trate de mantener una cantidad moderada de alimentos y bebidas. Recuerde beber mucha agua para mantenerse hidratado.
  6. Reconsidera tus resoluciones
    Los propósitos típicos de Año Nuevo te preparan para el fracaso. Si quieres mejorar en el Año Nuevo, empieza poco a poco y sé realista. Divide tu objetivo en pasos más pequeños a lo largo del año. Si tu objetivo es perder peso, no tiene por qué ser drástico. Intenta comer más verduras durante el primer mes y reduce gradualmente los dulces durante el siguiente. Sé amable contigo mismo. Si no lograste cumplir con el propósito del año pasado o te desviaste del camino esta vez, déjalo ir y tal vez inténtalo de nuevo.

Domar el caos de las fiestas no significa eliminarlo por completo, sino afrontarlo con gracia e intención. Después de todo, la primera Navidad tuvo un comienzo muy humilde: Jesús nació en un pesebre sencillo (y no en una cama tamaño king), un símbolo de paz y modestia en medio del caos. Su nacimiento nos enseña que el verdadero espíritu de la Navidad no reside en los grandes gestos y los regalos caros, sino en los momentos tranquilos de amor, bondad y unidad. Tal vez haya algo que todos podamos aprender aquí al abrazar este espíritu humilde, es decir, reducir el estrés de las fiestas y centrarnos en lo que realmente importa y dejar de lado las presiones innecesarias. De esta manera, puedes crear una temporada llena de calidez, alegría y recuerdos que perduren mucho más allá de las luces centelleantes. ¿No es eso lo que todos queremos después de todo?

¡El equipo de StressOut quiere desearle una Feliz Navidad y unas Felices Fiestas menos estresantes!

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